Bienvenid@ a mi sueño.

Los sueños nunca mueren. Muren los que no son sueños, mueren los que quieren morir.

10.4.10

Mi Pesadilla (parte 1)


Oscuro, frío y lúgubre se veía aquel lugar donde me dijeron debía entrar, todo gracias a un comentario esparcido por un pequeño niño de que en ese lugar habían cosas que las palabras no logran definir, cosas que los ojos no llegan a captar.

Era un día sábado por la noche, casi daban ya las doce, estaba solo y me arrepentí por primera vez el trabajar como detective privado, sueño de pequeño, pesadilla de crecido. La casona era vieja, de tres pisos, hecha completamente de madera, había sido abandonada hace unos treinta y algo años, nadie nunca supo de los dueños, según dicen, eran de algún tipo de secta y llevaban a cabo sus rituales en aquel lugar ya que como está bastante alejado de la ciudad, era perfecto para hacer de todo. Lo único que se sobre la casona, es que hace un par de años se perdió una muchacha, desapareció después de ir al colegio, sus compañeros le vieron dirigirse a esta vieja casa pero nunca volvieron a saber de ella. La encontraron muerta adentro. Desafortunadamente, los padres me habían contratado para buscarla y para encontrar al tipo que la llevo al lugar de su sueño eterno, así que efecto de esto, vi la escena del crimen. Casi fue el crimen perfecto, pero la antigüedad del lugar delato. Escondida dentro de una pared del sótano yacía el cuerpo desmembrado, quemado y prácticamente irreconocible de la joven, mientras los forenses trabajaban en los pisos superiores. De la nada sonó como algo cedía y rompía lentamente, yo iba entrando en ese momento, así que al escuchar baje inmediatamente, para mi sorpresa no solo encontré el cuerpo de la niña, sino que además encontré veintisiete fetos, acomodados de tal forma que parecían otro adulto, fue impresionante.

Yo no soy un creyente de fantasmas o semejantes, pero ahora realmente creo que debe haber algo más. Se escuchan personas dentro de la casa, voces y movimientos rápidos, como si no tuvieran mucho tiempo, no sé qué pasa, pero debo averiguarlo. Mientras me acerco a la puerta principal, me siento observado, alguien está detrás de mí, alguien me ha estado siguiendo. Desenfundo mi arma lentamente, preparo el gatillo, volteo rápidamente y para mi sorpresa encontré a Carrillo, un viejo compañero de escuela y oficio. “Carrillo, ¿qué haces aquí?” pregunte silenciosamente, “Investigo el paradero de Julio Ramírez, se le culpa de secuestro, y según mis informantes debe estar aquí”. Me pareció extraño, ya que el no trabajaba hace años como detective, de todas formas le conté sobre lo que yo hacía ahí, así que empezamos a trabajar juntos desde ese punto, o por lo menos eso pensaba.

Entramos y el lugar era peor de lo que recordaba, el piso estaba podrido, al caminar todo sonaba, las puertas rotas, la tela que solía cubrir los muebles, estaba café con la tierra, ratas corrían por todo el lugar, el frio que se sentía era glacial. Algo raro pasó, empecé a ver mi aliento, hacia más frio adentro que afuera, mis piernas empezaron a temblar, mis brazos parecían no tener fuerza, mi visión se torno borrosa y entre en pánico, mi instinto me decía que debía salir de aquel lugar, pero me mente me dijo que solo era sugestión.

Pasos se escuchaban arriba, tome mi arma y le dije a Carrillo que iría a ver, pero antes de que me diera cuenta, el ya estaba en la mitad de la escalera, era como si se hubiese tele trasportado, quede boquiabierto. No teniendo más alternativa, lo seguí. Apenas voy en el tercer peldaño, cruje algo bajo mis pies y caí unos tres o cuatro metros hasta el sótano, oscuro y húmedo, con un hedor de otro mundo, vomite. La cabeza me dolía, trate de ponerme de pie, pero al parecer me torcí el tobillo. Trate de afirmarme de lo que fuera, pero no veía nada, busque mi encendedor, y junto con prender un cigarro, ilumine. No veía mucho, pero fue suficiente para encontrar algo de que aférrame y ponerme de pie. A medida que me voy parando una leve brisa llega a mi rostro y apaga mi pequeña luz, acto seguido los pasos de alguien o algo se sentían cada vez más cerca. Prendí de nuevo el fuego. “D...D…D…Dios mi…mi.mio…”, fue lo único que pude decir, la chica que vi destruida en esta misma casa estaba frente a mis ojos, pero su pelo rubio ahora estaba casi blanco, su piel de ese bello color medio rojizo, estaba pálida, sus manos suaves y limpias se veían destruidas, como si hubiese estado cavando con ellas durante un largo tiempo. Era ella, pero no era ella, la misma persona, pero como de un mundo alternativo.

Cuando logre salir del shock, escuche disparos arriba y al mismo tiempo la voz de la chica diciendo algo que no entendí claramente pero que se semejaba a un “Ayúdame…” , además un fuerte viento apago el encendedor y me vi envuelto otra vez en penumbras. Busque la escalera rápidamente, mientras escuchaba ruidos arriba, cuando logre encontrarlas parecía ser demasiado tarde. “Adiós”, escuche eso y una serie de disparos. Llegue donde creía, estaba Carrillo, otra vez quede anonadado, los dos hombres el piso, con claros signos de haber luchado, pero no habían disparos ni nada, solo los cuerpos inconscientes de los tipos. Esposé a Ramírez y trate de despertar a mi viejo amigo. Al cabo de un rato, lo logre, me dijo que no recordaba nada, solo que entro conmigo a la casa y luego nada, extrañamente no estaba alterado ni nada, cada vez entendía menos de lo que pasaba ahí, el miedo ya empezaba a paralizarme. Mi respiración estaba muy agitada, solo quería salir de ahí. Tome a Ramírez, y Carrillo que apenas se mantenía en pie me trato de ayudar, pero fue más un estorbo que una ayuda, logramos salir de la casa, pero algo me decía que debía volver, lo que dijo el niño era cierto, hay algo ahí, algo maligno. Mi instinto y mi mente me decían que siguiera explorando, pero al ver a mi compañero en tan mal estado, decidí llevarlos a un hospital. “Volveré, no te dejare sola”, dije mientras miraba con terror aquella casa que me cada vez me producía más miedo…

1 comentario:

  1. Me gustó bastante la idea, al igual que el relato, pero caes en algunas faltas de sintáxis que se podrían corregir.

    Esperaré atento la segunda parte.

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