En plena oscuridad y con el frio en mi piel, ya no siento nada, ni temor, ni extrañeza, simplemente nada, solo estoy aquí. Debo estar soñando, es imposible que esto pase, no puede estar pasando, pero a pesar de todo, parece tan real. Los sueños son cuando dormimos, los miedos son para cuando estamos despiertos, pero ¿Dónde estoy? ¿Estoy en mis sueños o estoy en mis miedos? Debo seguir mi búsqueda y cuando termine entenderé, eso es lo único que sé.
Avanzo por aquel lugar oscuro, pero no logro ver nada, hasta que siento al aire besar mi cara. Hay un camino o una salida por aquí, ¿Dónde estará? No lo sé, pero está cerca y mis respuestas se encuentran con ella, lo sé. Sigo en mi camino, sigo avanzando contra mi destino y escucho una voz que me dice que ya está cerca. Levemente me impresiona esa voz, pero sé que me enfrento a cosas raras en este lugar, así que no le doy mucha importancia. Avanzo unos cinco pasos más y veo a alguien frente a mí, una figura fantasmagórica, pálida, pero viva, o al menos eso parece. Es una muchacha, no debe tener más de 17 años, pelo rubio, ojos oscuros y un vestido negro como la misma noche. Me sonríe y no dice nada más, me da la espalda y sigue por el camino, como tratando de que la siga. Sin nada más que hacer, la sigo a través del oscuro y frio pasillo. Llegamos a una habitación iluminada solo con la luz de la luna, al parecer viene por una especie de tubo que llega a la parte superior de la casa. Se detiene baja la luz, me mira y me dice que falta poco para encontrar las respuestas que tanto he buscado. Se siente una puerta abrirse y unos pasos salen de ella, está directamente atrás de la luz, miro pero no veo nada, solo sombras y oscuridad. Los pasos están más cerca de la luz y de mí y cada vez logro ver un poco más. Un tipo de 1,8 mts. aparece iluminado por la luna. Me mira y ríe, como si supiera quién soy y que es lo que hago aquí, al parecer pensando que todo es una broma.
Me dice que me valla, que es lo mejor, que no encontraré nada en este podrido lugar y que olvide que este recuerdo. No lo entiendo, realmente no se que trata de referirse este hombre. Le pregunto que hace aquí y si sabe algo al respecto de los sucesos de esta casa, pero no responde y solo me mira, cada vez más fría y lúgubremente.
De la nada la luz se ve roja y el tipo desaparece. Una voz de la nada dice que olvide todo y que me vaya, y otra muy suave me susurra que siga en mi búsqueda. Seguiré buscando hasta la solución hallar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario