Bienvenid@ a mi sueño.

Los sueños nunca mueren. Muren los que no son sueños, mueren los que quieren morir.

12.2.18

La Diferencia

Entre gritos y susurros, se escuchaba cerca.
Entre luz y sombras, se veía una silueta.
Entre lo que creía y lo que era, se notaba la malicia.
Entre la cima y la sima, se media la valentía.
Entre el roce de una mano y los dedos entrelazados, se sentía la cobardía.
Entre lo que escuchaba y lo que veía, sabía que llegaría.
Entre lo medido y lo sentido, sabía que perdería.
Sabía que llegaría y que perdería. La malicia lo consumiría.

Entre lo que sabía y lo que creía había espacio para la duda,
Y esa duda sería lo que diría qué ocurriría.
Entre estar listo y prepararse, no hay tiempo para ayuda.
Entre ganar y ceder, hay un momento de duda.
Y esa duda sería lo que se convertiría en poesía.
Y esa poesía sería lo que la malicia temía.
Temía porque ya no sería lo que esperaba,
porque no había diferencia entre la cima y la sima,
o entre el roce de una mano y los dedos entrelazados,
porque al final no había cobardía, tampoco valentía.

Entre la prosa y la lírica hay una metáfora de diferencia,
Y la malicia no sabia que podía perder su supremacía.
La malicia temía porque no sabía si se acercaba o era quien esperaba.
La malicia tenía duda y esa duda es lo que hay entre ganar y ceder.
Entre la respuesta y la pregunta, hay interpretación debatible.
¿Llegaría y perdería o, simplemente, re-interpretaría?
Entre la prosa y la lírica hay una metáfora de diferencia.
¿Es entonces malicia la que consumiría?

1 comentario:

  1. La malicia consume sólo si la dejas. Bacán leerte por acá de nuevo, hermano. Es una buena terapia para ordenar las ideas y tomar decisiones que de otra forma sería mucho más difícil.

    No todo es blanco o negro; observa los matices y encontrarás lo que buscas. Un abrazo bro.

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