Bienvenid@ a mi sueño.

Los sueños nunca mueren. Muren los que no son sueños, mueren los que quieren morir.

7.3.16

Un Vino

¡Qué pesadilla! ¿Qué pesadilla es esta que veo en mi mente?
Los fantasmas de sueños viejos me dan su mano silenciosa
Y el vino que era carmesí me cela y se vuelve frío y demente.
¡Qué pesadilla! ¿Qué es esta pesadilla que daña mi lógica?

Y ahora son años sin que tenga una idea sobre el sabor del vino.
Es triste pensar que vivía rodeado de palabras que le daban sabor
Y que de un día a otro todo se silenció, casi como capricho del destino.
Es triste pensar que vivía con palabras y ahora no se leer. ¡Qué terror!

No sé lo que escribo, porque solo sigo el sentimiento de mis dedos.
Porque así como no se leer, creo que estoy sordo y ciego,
Porque grito y estoy en silencio, porque no veo una luz, solo mis miedos.
No sé lo que escribo, solo creo que de a poco estoy más viejo.

Y así como me calmo lentamente de mi pesadilla, recuerdo que hay vino.
Que no es carmesí y que lentamente se vuelve cálido y consciente.
“Al atardecer, al lado del vergel, con la ventana abierta y con una copa de tinto.”
Me susurra suavemente mi vino entre todo el ajetreo del inconsciente.
Ahí despierto, esta vez de verdad, solo para ver que mi vino es ficticio,
Una creación de una mente desesperada que perdió el juicio.


1 comentario:

  1. Todos son adictos a algún vino, amigo mío. Saludos, un gusto volver a leerte por aquí.

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