Cinco minutos bastaron para hacerme soñar,
Cinco segundos con los que quiero jugar,
Cinco letras que pienso pronto hablar,
Cinco poemas que se harán escuchar.
La paradoja que siempre me pregunte,
Es la que ahora debo de temer,
Las palabras que antes busque son las de ahora,
Las que jamás antes traté, intenté o pensé,
Pero pensar nunca ha estado de más,
Siempre me ha servido para reflexionar.
El reloj ha decidido detenerse sin pensar,
Me habla diciendo que deje de intentar,
Mientras que sus agujas me dicen que vea la verdad,
Esa que se yo, no puedo ni debo dejar pasar.
Tomando palabras y confundiéndome logro entender,
Viendo los puzles y los laberintos crecer logro ver,
Pero a pesar de todo lo que siento en mi corazón,
No hay palabra alguna que me haga sentir mejor,
O, ¿Me engaño pensando de esta forma
Porque realmente no quiero ver las cosas?
El fantasma hace que las cosas brillen,
El deseo hace que el fantasma mienta,
La mentira hace lo que muchos viven,
Y la vida hace una sonrisa eterna.
La vida al gran fantasma le sonríe,
Y de nuevo hace que todo brille.
Lo único que sé hacer yo es confusión,
Palabras sin sentido alimentan una opción
Qué me ha armado y quebrado el corazón,
Pero me despido diciendo que no sé si soy yo.
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