Ahora...

Mentira, tu nunca me mentiste,
mentira, tu nunca me creíste,
y ahora que estoy lejos
me buscas y yo me quejo,
¿Por qué ahora?

Todo lo que luche,
todo lo que trate,
y ahora pides perdón,
diciendo que fui yo
el que nunca creyó.

Tus palabras no tienen sentido,
creo que ahora ya no quiero ser tu amigo,
sufrí por ti hasta que me rendí,
¿y ahora me dices que no debió ser así?

Correré hasta el fin encontrar
y si no lo encuentro,
de todas formas moriré en el intento,
porque tu estas ahí,
porque mi corazón ya deja de latir.

Antes de morir,
dejo unas palabras para ti:
Te amé y este poema te dejare
para que comprendas que nunca te abandonare
pero para que sepas que jamás alguien te amara
como este esclavo te amó,
como este peón te adoró,
como este humano que morirá por ti
como este corazón que por ti,
que por ti dejo de existir.

Adiós, amore mio,
con furia me fui
pero con esperanza
y con amor recuérdame...