El camino de mi destino

 El cielo me llamó y el destino me esperó;
La muerte no me llevó, botado aquí me dejó.
Ahora vago por todos los caminos,
Ahora me siento sin ningún sentido.

Me he perdido en la oscuridad,
Camino sin sentir, siento sin avanzar,
Las puertas se han cerrado,
La luz aún no he encontrado.

Cuando voy dando pasos por la nada,
Una vela da lumbre a mi andada,
No veo el rostro de quien la lleva,
Sé que me quiere sacar de esta pena.

Sus manos toman las mías,
Solo las siento muy, muy frías.
Me encamina a un lugar, no sé que esperar,
Me hace avanzar, pero a su lado quiero estar.

No la dejo ir, pero si ella a mí,
La soledad me acoge en un abrazo sin fin.
La luz nace de nuevo, la de la vela veo,
No quiere, pero igual me acerco.

La lucha comienza y mi alma cae,
Cae en un pozo etéreo,
En un agujero eterno.

Ya no tengo nada que perder,
Solo tengo mi alma para entender,
Solo eso para por fin la paz encontrar
Y mis sentidos poder descansar.

El cielo me llamó y el destino me abandonó,
La muerte por muerto me dejó,
Y mi camino al fin logre encontrar
En un mar de simple soledad.