Bienvenid@ a mi sueño.

Los sueños nunca mueren. Muren los que no son sueños, mueren los que quieren morir.

2.7.10

Mi Pesadilla (Parte 3)

El cielo se nuble, la luna ya no brilla y escucho un trueno, retumba en mi cabeza infinitamente hasta que un flash inunda mis ojos. Vagamente logro apreciar algo en el rincón de la cocina, parece una persona, una figura no muy alta, parece ser una niña. Una voz me dice que valla a la pieza donde encontré las cartas, voy para allá pero algo escucho mientras comino. Mi corazón se acelera y ahora todo se ve más complejo de lo que jamás creí. Alguien corre, lo sé, pero no lo logro oír del todo, voy a subir, pero de nuevo la voz me dice que valla en otra dirección.  Pregunto si hay alguien aquí, no hay respuesta, solo el eco de mi voz en las frías paredes de la casa. Voy hacia la sala de estar, mis manos tiritan, mi linterna no es muy útil en estas circunstancias. Avanzo sin importar lo que pueda suceder, pero cuando llego a la mitad de la sala, alguien sube corriendo rápidamente por las escaleras. Voy a donde los pasos me guían, la pieza de las cartas. Pregunto nuevamente si hay alguien aquí, nadie responde, pero esta vez desenfundo mi arma. Apunto al closet sin saber el porqué y abro fuego. Tres agujeros en la puerta… Un grito desesperado y una niña corriendo sale del armario. Me hago hacia atrás, me mira y yo a ella, mira el diario que había en la cama, no sé de donde salió. Vuelve a gritar desesperadamente y salta por la pared. Mis nervios ya no se controlan, caigo al piso, mis manos tiemblan demasiado, mi arma cae y también mi linterna. ¿Dios mío que ha sucedido aquí? ¿Es que los pecados del mundo han de ser sancionados con el sufrimiento de una pequeña muchacha que no ha tenido nada que ver, es que la maldad de algunos seres crean las ataduras de seres indefensos?

Creo que he desmayado, un trueno me despierta y escucho las lágrimas de Dios en el techo. Deseo con todo mi corazón irme de este lugar, pero mi alma me dice que no puedo abandonar las almas encadenadas en este lugar. Debo indagar más aun en las cartas, ¿su alma tiene la explicación a todo esto? Algo de su ser debe estar aquí, el sótano tal vez tiene las respuestas que necesito.

Bajo lentamente, solo guiado por mi nueva fe. Una vez abajo doy vuelta el lugar, pero no encuentro nada, hasta que una voz femenina me dice que es debajo donde debo buscar. ¿Qué querrá decir? Ilumino lentamente cada lugar y me doy cuenta de que hay una alfombra, nunca antes la había visto. La muevo y hay una puerta ahí, fría y polvorienta, nadie nunca la vio en años, tan a la vista, tan sencillo que nadie jamás se percato. La abro y una brisa tenue y cálida llena mi rostro. Las escaleras se ven viejas y no usadas en largos años, las bajo con cuidado, fijándome en cada paso que doy. Cuando llego abajo no logro divisar absolutamente nada, oscuridad total en el ambiente. Prendo mi luz y camino buscando algo. De la nada se encienden luces a mi alrededor, ya no estoy solo. Una voz semejante a la que escuche en mi cabeza me pregunta “¿Quién eres, vienes por mi o por mi padre, o por lo que él ha hecho?”. Yo le respondo que solo investigo el lugar, pero cuando termino mi frase, las luces se apagan y me dice “Si es por eso no me volverás a ver ni saber de mi, nunca he existido, solo soy parte de tu imaginación”. Esto se está metiendo en mis nervios, ya no sé que es verdad y que es mentira. Logre ver mientras las luces estaban encendidas que en el centro de la sala había un símbolo escrito en sangre, algo me llamaba a ese lugar. Avance lentamente, pero cuando entre y llegue al medio, sentí el peso del mundo sobre mi y caí desmayado.

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